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Mamibicho

Alimentos prohibidos en el embarazo

El embarazo es uno de los momentos más vitales y delicados en la vida de una mujer, ya que no solo está en juego la vida de la madre, sino el buen desarrollo de un futuro bebé.

Por tal razón es que se hace tan importante seguir una dieta saludable. Esto significa prestar atención a lo que se consume, asegurarse de evitar los alimentos prohibidos en el embarazo, que finalmente pueden ser nocivos.

La salud de la mujer embarazada y del feto deben ser lo primero. Es por ello que a continuación queremos darte una lista de los alimentos que se deben evitar o minimizar durante el embarazo.

ÍNDICE DEL ARTÍCULO

Los pescados que almacenan mercurio

Atún

El mercurio es un elemento altamente tóxico y se encuentra comúnmente en aguas contaminadas. Este elemento puede afectar al sistema nervioso, al sistema inmunológico y a los riñones de la embarazada y del bebé.

Dado que los peces pueden encontrarse en mares contaminados, estos pueden acumular grandes cantidades de mercurio. Por lo tanto, se recomienda a las mujeres embarazadas limitar el consumo de ciertos pescados, a no más de una o dos porciones al mes.

Los peces con más riesgos de tener mercurio incluyen:

  • El tiburón.
  • El pez espada.
  • El atún.
  • El pez caballa.
  • Panga

Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los pescados son altos en mercurio, y que tampoco deben eliminarse por completo de la dieta.

Mariscos, pescado crudo o poco cocido

Marisco embarazadas

Especialmente los mariscos pueden causar varias infecciones. Estos incluyen norovirus, vibrio, salmonella, listeria y parásitos. Algunas de estas infecciones sólo afectan a la madre, dejándola deshidratada y débil. Otras infecciones pueden transmitirse al feto con consecuencias graves, o incluso mortales.

Las mujeres embarazadas son especialmente susceptibles a las infecciones por listeria son hasta 20 veces más propensas a contraer la infección por listeria que la población general. Esta bacteria puede encontrarse en plantas, suelo y aguas contaminadas.

La listeria puede pasarse al bebé a través de la placenta, incluso si la madre no esté mostrando ningún síntoma de enfermedad. Esto puede conducir a parto prematuro, aborto espontáneo, muerte fetal y otros graves problemas de salud. Por lo tanto, se aconseja a las mujeres embarazadas que eviten los pescados crudos y los mariscos.

Pescados crudos a evitar sushi, salmón ahumado o caviar.

 

Carne poco hecha, cocida o cruda

Comer jamón embarazadas

Comer carne poco hecha(carpaccios, steak tartare) poco cocida o cruda (jamón, chorizo, todo tipo de embutidos) aumenta el riesgo de infección por varias bacterias o parásitos. Estos incluyen Toxoplasma, E. coli, Listeria y Salmonella. Las bacterias pueden amenazar la salud del feto, posiblemente llevando a la muerte fetal o enfermedades neurológicas graves, incluyendo retraso mental, ceguera y epilepsia.

Mientras que la mayoría de las bacterias se encuentran en la superficie de trozos enteros de carne, otras bacterias pueden permanecer dentro de las fibras musculares. Algunos cortes enteros de carne, como lomos, solomillos o chuletón de carne de res, cordero y ternera, pueden no ser tan seguros de consumir cuando no se cocinan completamente.

si quieres comer jamón o embutido, primero congélalo y lo podrás comer sin correr ningún riesgo

 

Huevos crudos

Huevos Crudos en embarazo

Los huevos crudos pueden estar contaminados con Salmonella, y los síntomas suelen ser experimentados por la madre por medio de fiebre, náuseas, vómitos, calambres estomacales y diarrea.

Sin embargo, en casos raros, la infección puede causar calambres en el útero, lo que llevaría al nacimiento prematuro o a la muerte fetal. Los alimentos que normalmente contienen huevos crudos incluyen:

  • Huevos ligeramente revueltos.
  • Huevos escalfados.
  • Salsa holandesa.
  • La mayonesa casera.
  • Aderezos para ensaladas.
  • Helados caseros.



Carne de órganos, vísceras

Comer Carne de órganos embarazo

Es verdad que la carne de órganos y vísceras es una gran fuente de varios nutrientes pero también son una fuente de colesterol y grasas saturadas. Estos incluyen hierro, vitamina B12, vitamina A (sobretodo el hígado) y cobre, los cuales todos son buenos para una mujer embarazada y su hijo. Sin embargo, no se recomienda un consumo exagerado de “vitamina A” a base de animales (vitamina A preformada) durante el embarazo ya que puede causar toxicidad. Un exceso de vitamina A y niveles de cobre altos pueden producir abortos, malformaciones de cara y cráneo, alteraciones del sistema nervioso y del timo y anomalías cardiacas.  Por lo tanto, las mujeres embarazadas no deben comer carne de órganos más de una vez a la semana.

 

La cafeína

Café en el embarazo

La cafeína es la sustancia psicoactiva más utilizada en el mundo, y se encuentra principalmente en el café, té, refrescos y cacao. Se aconseja a las mujeres embarazadas limitar el consumo de cafeína, ya que esta se absorbe muy rápidamente y pasa fácilmente a la placenta y al feto.

Debido a el feto y su placenta no tienen la enzima principal necesaria para metabolizar la cafeína, los niveles altos pueden acumularse. La alta ingesta de cafeína durante el embarazo ha demostrado restringir el crecimiento fetal y aumentar el riesgo de bajo peso al nacer al momento del parto.

El bajo peso al nacer, definido como menos de 5 libras, o 2,5 kg, se asocia con un mayor riesgo de muerte infantil y un mayor riesgo de enfermedades crónicas en la edad adulta, como diabetes tipo 2 y cardiopatía.

 

Los brotes crudos

Brotes crudos embarazo

Los brotes crudos como la alfalfa, el trébol, el rábano y los brotes de soja, pueden estar contaminados con Salmonella. A diferencia de la mayoría de las otras verduras, estas bacterias pueden entrar en las semillas de brotes. Por lo tanto, son casi imposibles de lavar.

Por esta razón, se aconseja que las mujeres embarazadas eviten el consumo de los brotes crudos por completo, sin embargo, los brotes pueden ser seguros de consumir después de que hayan sido cocidos.

Alimentos sin lavar y/o pelar

Alimentos sin lavar

La superficie de las frutas y verduras sin lavar o sin pelar pueden estar contaminadas con varias bacterias y parásitos (Toxoplasma, E. coli, Salmonella y Listeria), que pueden proceder de la tierra o mediante la manipulación. La contaminación puede producirse en cualquier momento durante la producción, cosecha, procesamiento, almacenamiento, transporte o venta al por menor.

Algunas de las bacterias antes mencionadas pueden dañar tanto a la madre como al feto nonato. La mayoría de las personas infectadas con toxoplasmosis no presentan síntomas, mientras que otras pueden sentir solo malestares de gripe con un lapso de tiempo aproximado de un mes o más.

La mayoría de los niños que están infectados con toxoplasmosis mientras todavía están en el útero no muestran síntomas al nacer. Sin embargo, síntomas como ceguera o discapacidad intelectual pueden desarrollarse más tarde en la vida.

Es más, un pequeño porcentaje de recién nacidos infectados presentan daño ocular o cerebral grave al nacer. Mientras se esté embarazada, es muy importante minimizar el riesgo de infección mediante el lavado, pelado o cocción de frutas y verduras.

 

Leche, queso y zumos de frutas no pasteurizados

Quesos sin pasteurizar

La leche cruda y el queso no pasteurizado  pueden contener una serie de bacterias dañinas, incluyendo Listeria, Salmonella, E. coli y Campylobacter. Lo mismo ocurre con el zumo sin pasteurizar, que también es propenso a infecciones bacterianas.

Estas infecciones pueden tener consecuencias mortales para el bebé antes de nacer. Las bacterias pueden ser de origen natural, o causadas por contaminación durante la recolección o almacenamiento, pero la pasteurización es la forma más efectiva de eliminar cualquier bacteria dañina, sin cambiar el valor nutricional de los productos.

Para minimizar el riesgo de infecciones, se aconseja a las mujeres embarazadas consumir sólo leche, zumos, queso y zumo de frutas pasteurizadas.

Evitad los quesos azules (Roquefort, Cabrales…) y los cremosos (Roquefort, Camembert, Brie, quesos frescos…). Los quesos más seguros son los duros (parmesano, cheddar…).

 

El alcohol

Alcohol en el embarazo

A las mujeres embarazadas se les aconseja evitar completamente el consumo de alcohol, ya que aumenta el riesgo de aborto espontáneo y muerte fetal. Incluso una pequeña cantidad puede afectar negativamente el desarrollo del cerebro de un bebé.

El alcohol es uno de los alimentos prohibidos en el embarazo pues puede causar síndrome de alcoholismo fetal. Este síndrome implica deformidades faciales, defectos cardíacos y retraso mental. Dado que no se ha demostrado que ningún nivel de alcohol es seguro durante el embarazo, se recomienda evitarlo por completo.

 

La comida basura

Comida basura en el embarazo

El embarazo es un tiempo de rápido crecimiento para un bebé, donde ambos cuerpos necesitan buenas cantidades de nutrientes esenciales, incluyendo proteínas, ácido fólico y hierro.

Sin embargo, aunque consideres que debas “comer por dos”, no necesitaras el doble de calorías. Realmente sólo necesitaras alrededor de 350 a 500 calorías adicionales por día durante el segundo y tercer trimestre. Una dieta óptima del embarazo debe consistir principalmente en alimentos de buena calidad, para satisfacer las necesidades de la madre y del niño que crece.

La comida basura (hamburguesas, perritos calientes, bollería industrial, etc) es generalmente baja en nutrientes y alta en calorías, azúcar y grasas añadidas. Además, el azúcar añadido se ha relacionado con un aumento dramático del riesgo de desarrollar varias enfermedades, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.

Y, a pesar de que el aumento de peso es necesario durante el embarazo, el aumento de peso excesivo en la madre se ha relacionado con muchas complicaciones y enfermedades, incluyendo un mayor riesgo de diabetes gestacional y embarazo con complicaciones de parto. También puede aumentar el riesgo de tener un niño con sobrepeso.

La comida basura es uno de los alimentos prohibidos en el embarazo pues causa problemas seguros de salud a largo plazo, ya que los niños con sobrepeso son mucho más propensos a convertirse en adultos con sobrepeso.